Periodista
Hernanbustosv@gmail.com
Hace unos cinco años escuché en Padre Hurtado a un parlamentario exponer la ya conocida idea de crear la Región del Maipo, palabras que arrancaron aplausos inmediatos de un auditorio complacido por las promesas.
Como estaba cumpliendo labores periodísticas para Radio Cooperativa, me acerqué a él para indagar más antecedentes y le consulté qué pasos había dado para promover la iniciativa que tan fervorosamente pregonaba. La respuesta no me dejó satisfecho pues tenía más bien aires de eslogan. No pasaba de ser una buena intención y una atractiva frase.
Al día siguiente me comuniqué con el entonces subsecretario de Desarrollo Regional, Francisco Vidal, quien me señaló que sólo había recibido propuestas formales desde Valdivia (Región de los Ríos), pero que nunca había escuchado hablar siquiera de una región en la cuenca del Maipo, aunque se manifestó dispuesto a analizarla.
El tema se diluyó, pero hace poco vino un impulso de parte de algunos ediles, como Fernando Pérez, de Melipilla, y David Morales de Isla de Maipo, que en cierta medida ya dieron un paso adelante, conjuntamente con El Monte, con su Asociación de Municipios del Valle del Maipo, un ejemplo de asociatividad entre comunas con intereses y potenciales similares, que podría ser un preámbulo, pues la idea de la región es bien vista por la mayoría de los municipios de las provincias del Maipo, Talagante, Melipilla, Cardenal Caro, Cachapoal y San Antonio. No está demás recordar que en los años 80`, en la ciudad de San Antonio se inició un fuerte clamor para desprenderse de Valparaíso. Incluso hubo paralizaciones pues se sentía el muelle trasero de la capital regional.
Es cierto que también hay ciertas reticencias, principalmente por el alto costo que tendría implementarla, pero en el Maipo son más los beneficios, partiendo por un factor de identidad cultural y territorial dado principalmente por sus características paisajísticas y sus elementos comunes, con realidades urbanas y semiurbanas que distan fuertemente de la gran urbe. Decidir los recursos y la inversión regional debe ser un anhelo, incluso, creo que mitigaría la expansión de la ciudad hacia los mejores terrenos agrícolas del país. Provincias como el Maipo, Melipilla y Talagante son hoy en día una especie de jardín para la gran casa que es la urbe de Santiago, pero la urbe crece sin compasión sobre ese jardín.
Sin embargo, para que la Región del Maipo pueda ser, es fundamental crear una comisión ejecutiva que se aboque a hacer un estudio serio y a la vez iniciar una amplia difusión entre la comunidad, mostrando, con cifras concretas y análisis profundos, las ventajas que tendría para el ciudadano común. Hecho este trabajo, entonces debe venir la propuesta formal para que tengamos una casa que respete su jardín y con vista al mar ¿Qué le parece?
Como estaba cumpliendo labores periodísticas para Radio Cooperativa, me acerqué a él para indagar más antecedentes y le consulté qué pasos había dado para promover la iniciativa que tan fervorosamente pregonaba. La respuesta no me dejó satisfecho pues tenía más bien aires de eslogan. No pasaba de ser una buena intención y una atractiva frase.
Al día siguiente me comuniqué con el entonces subsecretario de Desarrollo Regional, Francisco Vidal, quien me señaló que sólo había recibido propuestas formales desde Valdivia (Región de los Ríos), pero que nunca había escuchado hablar siquiera de una región en la cuenca del Maipo, aunque se manifestó dispuesto a analizarla.
El tema se diluyó, pero hace poco vino un impulso de parte de algunos ediles, como Fernando Pérez, de Melipilla, y David Morales de Isla de Maipo, que en cierta medida ya dieron un paso adelante, conjuntamente con El Monte, con su Asociación de Municipios del Valle del Maipo, un ejemplo de asociatividad entre comunas con intereses y potenciales similares, que podría ser un preámbulo, pues la idea de la región es bien vista por la mayoría de los municipios de las provincias del Maipo, Talagante, Melipilla, Cardenal Caro, Cachapoal y San Antonio. No está demás recordar que en los años 80`, en la ciudad de San Antonio se inició un fuerte clamor para desprenderse de Valparaíso. Incluso hubo paralizaciones pues se sentía el muelle trasero de la capital regional.
Es cierto que también hay ciertas reticencias, principalmente por el alto costo que tendría implementarla, pero en el Maipo son más los beneficios, partiendo por un factor de identidad cultural y territorial dado principalmente por sus características paisajísticas y sus elementos comunes, con realidades urbanas y semiurbanas que distan fuertemente de la gran urbe. Decidir los recursos y la inversión regional debe ser un anhelo, incluso, creo que mitigaría la expansión de la ciudad hacia los mejores terrenos agrícolas del país. Provincias como el Maipo, Melipilla y Talagante son hoy en día una especie de jardín para la gran casa que es la urbe de Santiago, pero la urbe crece sin compasión sobre ese jardín.
Sin embargo, para que la Región del Maipo pueda ser, es fundamental crear una comisión ejecutiva que se aboque a hacer un estudio serio y a la vez iniciar una amplia difusión entre la comunidad, mostrando, con cifras concretas y análisis profundos, las ventajas que tendría para el ciudadano común. Hecho este trabajo, entonces debe venir la propuesta formal para que tengamos una casa que respete su jardín y con vista al mar ¿Qué le parece?
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